
La fuerza laboral atraviesa una transformación profunda, impulsada por la irrupción de la Generación Z y su forma disruptiva de concebir el trabajo. Este grupo, conformado por jóvenes de entre 18 y 30 años, redefine las trayectorias profesionales, priorizando la autonomía, el sentido de propósito y un liderazgo basado en la comunicación y la toma de decisiones claras.
Un estudio realizado en nuestra ciudad, con un enfoque mixto —cualitativo (análisis de audios y relatos sobre expectativas laborales, liderazgo y situaciones de crisis como la inundación) y cuantitativo (encuesta estructurada con preguntas cerradas y abiertas)— exploró cómo se manifiesta el liderazgo en esta generación en contextos laborales, educativos, comunitarios y de emergencia.
Principales hallazgos:
- Autonomía como valor central: se privilegian trabajos que permitan mayor manejo del tiempo y flexibilidad.
“Prefiero trabajos que me permitan manejar mis propios tiempos”, afirma uno de los testimonios recogidos. - Autoidentificación como líderes: 7 de cada 10 jóvenes consideran que poseen capacidades de liderazgo.
- Valores de liderazgo más apreciados: la capacidad de tomar decisiones y de comunicar con claridad.
Frente a un mercado laboral en plena reinvención, las organizaciones no solo deben adaptarse, sino transformarse desde adentro. La Generación Z no busca encajar en estructuras preexistentes; aspira a crear nuevas formas de trabajar y vivir, en coherencia con sus valores y aspiraciones