
El documento de trabajo N°46 «Segmentación de tarifas energéticas e incidencia distributiva en Argentina. Su vinculación con la pobreza energética» del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS – CONICET, tiene como objetivo evaluar si la segmentación de tarifas aplicada en 2022 generó un cambio positivo en la distribución del ingreso y alivió la situación de pobreza energética en Argentina.
El país posee un larga historia de deterioro en las tarifas energéticas, que generó déficit en las empresas prestadoras, tuvo un impacto negativo en las cuentas públicas y no influyó en la distribución de forma favorable.
El acceso a servicios energéticos de calidad es un determinante fundamental del bienestar de las personas, por lo que los gobiernos llevan a cabo intervenciones en los sectores energéticos. En Argentina, las políticas aplicadas durante las últimas dos décadas destinadas a extender el acceso a tales servicios y garantizar su asequibilidad, generaron una estructura tarifaria insostenible. El retraso de las tarifas energéticas, junto a un esquema de subsidios generalizados a la energía y subsidios complementarios para poblaciones vulnerables, llevaron a que los subsidios energéticos representaran entre 2-3% del PBI del país hasta 2022.
En agosto 2022 se promulgó el Decreto 332/2022, en el cual se implementó un plan de segmentación de tarifas, con el fin de adaptar el sistema tarifario a la capacidad de pago de los usuarios y mejorar la equidad distributiva.
Para cumplir con el objetivo del trabajo, se analiza el marco normativo relacionado a la segmentación y se lo evalúa desde una perspectiva institucional. Luego, se lleva a cabo una microsimulación con datos de la ENGHo 2017-2018 para examinar el impacto de la medida sobre la pobreza energética y sus implicancias en términos de incidencia distributiva.
El trabajo encuentra que la segmentación de tarifas, aunque muestra un comportamiento favorable hacia los sectores más pobres y una distribución progresiva de los subsidios, comparte ciertas deficiencias con las políticas energéticas previas en Argentina. Si bien se reconoce que el cambio de un sistema de subsidios generalizados a uno focalizado constituye un avance, la estrategia de segmentación adoptada presenta varios aspectos que podrían mejorarse. La política no alcanza para mejorar la situación de pobreza energética, en gran parte debido a las características edilicias y al equipamiento del que disponen los hogares con privaciones.
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