
«Informe de pobreza multidimensional en Bahía Blanca» es un trabajo del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS-CONICET, que presenta las estimaciones del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) diseñado para la ciudad de Bahía Blanca. Este índice considera quince indicadores agrupados en cinco dimensiones: Vivienda, Servicios Básicos, Alimentación y Salud, Educación, y Empleo y Seguridad Social. El informe también presenta estimaciones de pobreza monetaria y su interacción con la pobreza multidimensional, siendo la medición de la pobreza monetaria una aproximación, ya que la recolección detallada de ingresos exigiría una encuesta de mayor longitud.
La fuente de datos del informe es la Encuesta de hogares llamada Encuesta de Inclusión Social Sostenible (EISS, 2024), la cual da continuidad a la Encuesta del Proyecto de Unidad Ejecutora (EPUE, 2021). La EISS (2024) se llevó a cabo en la ciudad de Bahía Blanca durante el mes de junio de 2024. Se trata de una encuesta con diseño muestral probabilístico. Por otro lado, la muestra fue ponderada teniendo en cuenta el total poblacional de cada punto muestra de acuerdo con la información del Censo 2022.
Principales resultados:
– Al evaluar las privaciones simultáneas o conjuntas en los hogares, se encuentra que para el primer semestre de 2024, la tasa de pobreza multidimensional es del 25.6% de la población: una de cada cuatro personas (más de 84.000 personas) en Bahía Blanca habita en hogares en pobreza multidimensional intensa o severa . La intensidad promedio de la pobreza es del 36%, entonces, el IPM -la incidencia ajustada por intensidad- es del 9.2%.
– Se evidencia una segregación socio-espacial: la incidencia de la pobreza multidimensional en los barrios vulnerables es casi el doble que en los barrios no-vulnerables, en tanto que la intensidad de la pobreza (simultaneidad de las privaciones) es 5 puntos porcentuales más alta. Así, el IPM en barrios vulnerables es del 17% contra un 7.7% en barrios no vulnerables.

– La incidencia de la pobreza multidimensional severa entre niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años es 1.7 veces la incidencia de la pobreza entre adultos, y 4 veces la incidencia entre adultos mayores. El 34% de los menores de edad -23.000 chicos aproximadamente- habita en hogares en pobreza multidimensional intensa a severa; dentro de ese grupo, 8.300 niños, niñas y adolescentes (12% del total), están en hogares en pobreza multidimensional severa, de los cuales aproximadamente 1000 tienen hasta 5 años.
– Un 15% de los menores de 18 años, más de 10 mil menores, habita en hogares en pobreza multidimensional intensa a severa que experimentan inseguridad alimentaria. A su vez, también dentro de la dimensión de salud, el 42% de los menores de edad no tiene cobertura médica.
– Un 11% de los menores de edad habita en hogares con hacinamiento para dormir, definido con un criterio de más de 3 personas por cuarto para dormir o falta de un colchón por persona o pareja.
En el análisis de privación por indicador a nivel individual se encuentra que las tasas de privación más altas en Bahía Blanca son: la falta de aportes a la seguridad social (24% de los ocupados) y la falta de cobertura de salud (24% de la población), ambos vinculados con la alta informalidad laboral. Le siguen el rezago escolar: el 17.8% de los chicos entre 6 y 17 años que asisten a la escuela están rezagados un año o más con respecto a su edad. Por otro lado, el déficit habitacional también es significativo en la ciudad: el 14% de la población (aproximadamente 47 mil personas) habita en viviendas inadecuadas.
A su vez, casi el 14% de la población (aproximadamente de 45 mil personas) se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria moderada a severa. También casi el 14% de los adultos de 20 años y más registra bajo logro educativo, es decir, no alcanzaron niveles mínimos de acuerdo con su cohorte. Y la tenencia irregular de vivienda afecta a un 13% de la población de la ciudad.
Al comparar la pobreza entre la EPUE-2021 y la EISS-2024, se observa que la incidencia de la pobreza multidimensional se mantuvo esencialmente igual: uno de cada cuatro bahienses habita en hogares multidimensionalmente pobres. Sin embargo, se observa una reducción de casi 3 puntos porcentuales en la intensidad de la pobreza, lo que indica una menor simultaneidad de privaciones entre los pobres. Esto ha llevado a una pequeña reducción del IPM, de 9.8% a 9.25%.
Es importante señalar que el punto de partida (diciembre de 2021) marcó el fin del proceso de normalización de la actividad económica tras la pandemia. Los datos siguen evidenciando una realidad social compleja y delicada, caracterizada por carencias que afectan diversas dimensiones esenciales del bienestar.
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