
El Indicador Sintético de Actividad de Bahía Blanca, ISABB, es un promedio ponderado de las variaciones mensuales o trimestrales de diversas variables económicas que correlacionan fuertemente con el nivel de actividad de la ciudad y su zona de influencia. La metodología implementada busca replicar el indicador sintético para cada provincia (ISAP) desarrollado por Muñoz, y Trombetta (2015), trabajo titulado “Indicador Sintético de Actividad Provincial (ISAP): un Aporte al Análisis de las Economías Regionales argentinas”.
Mediante este indicador, ECODATA intenta encontrar un índice de medición del nivel de actividad económica de la ciudad que, a su vez, se pueda comparar con el ISAP de la provincia de Buenos Aires o de otras provincias vecinas, de manera de corroborar si la Bahía Blanca se encuentra en la misma tendencia de crecimiento, o, por el contrario, presenta particularidades propias.
En el caso de Bahía Blanca, las variables utilizadas con sus respectivas unidades y fuentes son las siguientes:
Serie | Unidad de medida | Fuente |
Despachos de cemento | bolsas 50 kilogramos | Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), IERIC y empresas locales del rubro. |
Coparticipación bruta | pesos corrientes | Gobierno Provincia de Buenos Aires |
Despachos de gasoil | metros cúbicos | Ministerio de Energía de la Nación |
Cantidad de ocupados EPH | miles | Instituto Nacional de Estadística y Censos |
Salario promedio privado | pesos corrientes | Instituto Nacional de Estadística y Censos |
Superficie autorizada | metros cuadrados | Municipalidad de Bahía Blanca |
Patentamientos de autos | miles | Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios |
Ventas en supermercados | pesos corrientes | Instituto Nacional de Estadística y Censos |
En este primer informe elaborado para ECODATA se muestra un primer gráfico con la tendencia del ISABB desde el inicio de su estimación, correspondiente a 2005, hasta el segundo trimestre de 2017. Los datos recopilados suman 50 trimestres en los que cuales puede observarse la evolución de la actividad económica en la ciudad.
El indicador tiene un comportamiento esperado en línea con lo que sucedió a nivel nacional. Como puede observarse, durante el segundo y tercer trimestre de 2008 la actividad económica de la ciudad se resintió y sus indicadores sufrieron variaciones negativas. Este resultado se dio en un contexto nacional donde se llevaba a cabo el recordado conflicto entre el gobierno y el campo y un período de extrema sequía que atravesaba la región. Esto trajo consigo una caída de los niveles de producción y ventas en el sector agrícola-ganadero y suspensiones de las cadenas de pagos que, acompañados de subas en los precios de los combustibles, entre otros, llevaron a la caída de todos los indicadores sectoriales. Uno de los síntomas del escenario de ese momento fue un fuerte aumento de la demanda de dólares, que obligó al Banco Central a contener la cotización de la divisa americana. También se verificó una importante caída en los depósitos bancarios en pesos, dado que muchos inversores optaron por no renovar sus plazos fijos y pasar sus activos a dólares.
A su vez, en el plano internacional, se desató la crisis financiera de los grandes bancos que comenzó en Estados Unidos y se propagó por países europeos durante los años 2008 y 2009. El producto bruto mundial cayó y el efecto recesivo de esa crisis impactó en América Latina y, por ende, en Argentina, que vio disminuir sus exportaciones y la entrada de capitales extranjeros, como así también el crédito externo.
La tendencia del indicador mostró un amesetamiento durante 2009 para luego retomar una tendencia alcista a partir del primer trimestre de 2010 que se mantuvo hasta que el segundo trimestre de 2012. El repunte de todos los indicadores coincide en general con la reacción positiva de las economías de todo el mundo.
En 2012 se visualiza en el primer y segundo trimestre otra caída importante de los índices sectoriales que componen el ISABB, producto de una combinación de medidas y acontecimientos como el establecimiento de un tipo de cambio controlado, más conocido como “cepo cambiario”, una inflación que en aumento y una desmejora generalizada actividad económica.
La última disminución se visualiza a partir del tercer trimestre del 2015. La misma se mantuvo hasta el segundo trimestre de 2016 inclusive, es decir que la última etapa recesiva se extendió por 12 meses o cuatro trimestres consecutivos. Esa disminución del ISABB fue producto de una serie de medidas contractivas aplicadas por el nuevo gobierno como la reducción del gasto público, la baja de subsidios a empresas de servicios públicos y su consecuente incremento de tarifas.
Finalmente, en los últimos períodos se observa una reactivación paulatina de la actividad, hasta alcanzar los niveles del índice de 2015, previos a la caída. Una primera proyección para el tercer trimestre de 2017, arroja un aumento del ISABB de aproximadamente un punto y medio, lo que pondría a la economía en un nivel mayor al de 2015, aunque aún lejos del máximo experimentado por la serie en el segundo trimestre de 2013.